04-09-2012, 03:40 PM
Guevara: Claro que la respuesta no debe ser la indiferencia. La respuesta es predicar el Evangelio.
Yo no predico “el cristianismo” porque si lo hiciera, estaría convocando a la gente a un cambio de religión, y no a tener una nueva vida en Cristo.
Predicar el Evangelio no es apelar a las emociones sino al corazón, anunciando el mensaje de la Cruz de Cristo para alcanzar un genuino cambio interior, que luego se proyectará en todas las esferas de la vida.
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Efe 1:13)
¿En qué consiste el Evangelio?:
“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” (1ª Co 2:1/5)
El evangelio exige reconocer el pecado propio y el estado de perdición en el que el hombre está sumido:
“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.” (Hch 17:30)
El Evangelio exige la confesión de pecado ante Dios:
“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. (1ª Jn. 1:8/9)
Rl Evangelio exige creer con fe en el Señor Jesucristo:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Jn.3:16)
El Evangelio se presenta gratuitamente, y sus beneficios no se pueden adquirir por dinero. No hay nada más degradante que pretender negociar la Salvación o los dones de Dios:
“Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.” (Hch 8:20)
“sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" (1ª Pe. 1:18/19)
Los servicios "de fantasía" no pertenecen a la órbita de Dios aunque sean prestados invocando Su Nombre. (ocultistas, brujos de la magia blanca, espiritistas, parapsicólogos, curanderos, promotores del "evangelio social" y del "evangelio de la prosperidad", etc.)
“Muchos me dirán en aquel día:Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu ombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad" (Mat 7:22/23)
El Evangelio es la mejor noticia que un pecador puede recibir, pues le habla del amor y de la gracia de Dios para perdonarlo y transformarlo en un auténtico hombre nuevo que manifestará la gloria de Dios. Su influencia será benéfica en el mundo al reflejar la luz del Señor en su familia y en la sociedad, siendo instrumento de bendición para los demás, en la voluntad de Dios. Eso es ser realmente luz y sal.
“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre" (1ª Jn 2:16/17)
Sólo asegúrate de estar en el Camino correcto.
Yo no predico “el cristianismo” porque si lo hiciera, estaría convocando a la gente a un cambio de religión, y no a tener una nueva vida en Cristo.
Predicar el Evangelio no es apelar a las emociones sino al corazón, anunciando el mensaje de la Cruz de Cristo para alcanzar un genuino cambio interior, que luego se proyectará en todas las esferas de la vida.
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Efe 1:13)
¿En qué consiste el Evangelio?:
“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” (1ª Co 2:1/5)
El evangelio exige reconocer el pecado propio y el estado de perdición en el que el hombre está sumido:
“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.” (Hch 17:30)
El Evangelio exige la confesión de pecado ante Dios:
“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. (1ª Jn. 1:8/9)
Rl Evangelio exige creer con fe en el Señor Jesucristo:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Jn.3:16)
El Evangelio se presenta gratuitamente, y sus beneficios no se pueden adquirir por dinero. No hay nada más degradante que pretender negociar la Salvación o los dones de Dios:
“Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.” (Hch 8:20)
“sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" (1ª Pe. 1:18/19)
Los servicios "de fantasía" no pertenecen a la órbita de Dios aunque sean prestados invocando Su Nombre. (ocultistas, brujos de la magia blanca, espiritistas, parapsicólogos, curanderos, promotores del "evangelio social" y del "evangelio de la prosperidad", etc.)
“Muchos me dirán en aquel día:Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu ombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad" (Mat 7:22/23)
El Evangelio es la mejor noticia que un pecador puede recibir, pues le habla del amor y de la gracia de Dios para perdonarlo y transformarlo en un auténtico hombre nuevo que manifestará la gloria de Dios. Su influencia será benéfica en el mundo al reflejar la luz del Señor en su familia y en la sociedad, siendo instrumento de bendición para los demás, en la voluntad de Dios. Eso es ser realmente luz y sal.
“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre" (1ª Jn 2:16/17)
Sólo asegúrate de estar en el Camino correcto.